Cuando el diseño arquitectónico trasciende lo funcional, la fachada se convierte en el lienzo donde se plasma la identidad de un edificio. Con EQUITONE, ese lienzo no tiene límites. Cuando se trata de fachadas singulares, el fibrocemento permite a los arquitectos transformar ideas audaces en geometrías reales, donde la precisión técnica se combina con la libertad creativa.
Un material creado por arquitectos, para arquitectos
EQUITONE es un material de fachada de fibrocemento desarrollado para quienes buscan expresar carácter, textura y forma. Cada panel de la gama mineral es homogéneo en masa, lo que significa que mantiene su color y textura incluso en los bordes o cortes. Esta cualidad lo convierte en una herramienta ideal para proyectos que buscan coherencia visual y libertad formal, sin comprometer resistencia ni durabilidad.
Ventajas del fibrocemento para fachadas singulares
El fibrocemento arquitectónico EQUITONE no solo aporta una estética refinada: permite proyectar sin limitaciones. Su versatilidad, combinada con un rendimiento técnico sobresaliente, ofrece a los diseñadores un material capaz de adaptarse a cualquier lenguaje arquitectónico, desde lo racional y modular hasta lo escultórico y expresivo.
Modulación precisa y ritmos de fachada
Los paneles EQUITONE, disponibles en grandes formatos, facilitan despieces regulares o irregulares que aportan ritmo, jerarquía o dinamismo. Se pueden personalizar con formas rectangulares, trapezoidales o poligonales, y combinar con otros materiales como madera o metal. Compatible con sistemas de fachada ventilada, ofrece fijaciones visibles u ocultas según el carácter del proyecto. La modulación, en EQUITONE, es más que una decisión técnica: es una declaración de intenciones arquitectónica.
Corte, fresado y mecanizado
Gracias a su estructura homogénea, el fibrocemento EQUITONE admite múltiples técnicas de transformación sin alterar su apariencia. El corte CNC permite generar piezas personalizadas, relieves o celosías con precisión milimétrica. El fresado superficial ofrece texturas o patrones a medida, mientras que el perforado y el micrograbado añaden identidad, ventilación o paso de luz según las necesidades del proyecto. Cada panel puede convertirse en una pieza única dentro de una gran composición.
Volumetría y tridimensionalidad
Aunque se trate de un material plano, el fibrocemento puede adquirir profundidad mediante solapes, inclinaciones o montajes escalonados. Estas configuraciones generan efectos cambiantes de luz y sombra, otorgando movimiento y expresividad a la fachada sin renunciar a la pureza del material.
Combinación de texturas y acabados
EQUITONE ofrece una amplia gama de superficies que pueden combinarse entre sí. El contraste entre lo mate y lo satinado, o entre texturas suaves y rugosas, permite crear fachadas ricas en matices, donde la luz y la sombra dialogan constantemente con la forma.
Creatividad sostenible y duradera
La libertad de diseño que ofrece EQUITONE va acompañada de una sólida base técnica. Los paneles son resistentes a impactos y condiciones extremas, requieren bajo mantenimiento y cuentan con clasificación A2-s1,d0 frente al fuego. Además, su fabricación sigue criterios de sostenibilidad, con baja huella ecológica y material reciclable.
El fibrocemento EQUITONE no es solo un revestimiento: es un medio expresivo con el que los arquitectos pueden dibujar, tallar o componer fachadas que trascienden la función. Su equilibrio entre precisión técnica, estética y sostenibilidad convierte cada proyecto en una obra singular.
Con EQUITONE, la fachada deja de ser un límite para convertirse en un lenguaje.
¿Y si el próximo edificio icónico comienza con la elección del panel adecuado?